¿Una educación en decadencia?

Llama poderosamente la atención la reciente declaración del Secretario de Educación, Emilio Chuayffet Chemor, en la que anuncia que a partir del próximo año dejará de aplicarse la prueba enlace para evaluar a alumnos y maestros anualmente.

Aún no son claras las nuevas reglas que habrán de adoptarse para evaluar al sistema educativo mexicano, pero a todas luces preocupa que se anuncie la desaparición de la única herramienta existente para medir el desempeño educativo sin presentarse de manera formal y oficial el nuevo esquema de la evaluación educativa en México. Hay una máxima política que dice que no se destruye lo que aún no se reemplaza.

El Poder Ejecutivo del Estado de Querétaro es beneficiario directo de esta decisión. Seguramente le sentará que se abra un nuevo modelo de evaluación porque, en el actual, los resultados son negativos. Por ejemplo, el lugar que ocupó Querétaro en matemáticas/primaria este 2012 fue el lugar 30 cuando en el 2009 nos manteníamos en el lugar 16. En español/primaria ocupábamos durante el 2008 y 2009 el lugar 10 y ahora estamos en el 25. En matemáticas/secundaria fuimos en el 2009 el sexto lugar, en 2012 el 13. Pero más preocupante aún, es el retroceso en el promedio del porcentaje de alumnos calificados como bueno/excelente de ambos niveles primaria y secundaria donde el balance es contundente. En 2006 fuimos el lugar 14, en 2007 estuvimos en la 7ª posición, en 2008 ocupamos el lugar 8 y en 2009 alcanzamos la 6ª posición nacional. A partir del 2010, ya bajo el actual gobierno estatal los resultados se desplomaron, caímos a la posición 14ª, y en el 2011 y 2012 permanecimos en el lugar 25.

Debo reconocer que el tema es notoriamente superior al que escribe, no obstante he sido formado en un partido humanista que nos lleva  a poner nuestro mejor esfuerzo, empeño y voluntad en todo lo que hacemos; usted está leyendo a un hombre de Acción Nacional, que está convencido de que si los padres de familia en México, tuvieran la clara conciencia de su responsabilidad, si tuvieran “ese claro sentido de la ciudadanía y la paternidad responsable”, no tendríamos problemas educativos, deserción escolar, sindicatos tiranos, sino tendríamos: sistema educativo.

Si quisiéramos de una manera sintética decir cuál es para nosotros el ideal de educación, diríamos una frase de un amigo nuestro, él decía que la sabiduría es para el entendimiento lo que la salud es para el cuerpo; y que son la salud para el cuerpo y la sabiduría para el entendimiento lo que la virtud es para la voluntad. Allí está el ideal educativo; se necesita preocuparse y ocuparse por dar a la voluntad la fuerza incontrastable de la virtud. Sólo entonces tendremos al hombre completo, al hombre capaz de realizarse a sí mismo, al hombre capaz de poner en juego y hacer valer sus facultades. Sólo entonces podemos hablar de sistema educativo.