El Partido Acción Nacional en Querétaro
se ha trazado el objetivo de relanzar su dinámica interna para integrar a su
militancia e iniciar una nueva cruzada para difundir nuestras ideas, logros y
propuestas, así como asumir e impulsar las causas ciudadanas de cada municipio
y comunidad. Ello implicará aceptar ejercer nuestro papel de oposición a través
de cada funcionario, dirigente y militante, siempre por medio de la crítica
sana, propositiva, justa y elementada.
Poner al partido en un gran movimiento,
significa reencontrar a cada dirigencia con su militancia, a sus funcionarios
con el partido, a los militantes con los simpatizantes, al Partido Acción
Nacional entero con la sociedad entera. Para ello habrá que instaurar juntas
informativas abiertas en todos los Órganos Municipales, con el acompañamiento
del Comité Directivo Estatal; habrá que destinar todos los recursos para
mejorar la comunicación interna y externa; tendremos que establecer como un
objetivo trascendental capacitar y sensibilizar a los miembros del partido.
Un partido en movimiento exige
adelantarse a los tiempos. Las dirigencias debemos promover acciones que nos
hagan más competitivos para las futuras elecciones. Tenemos que acordar medidas
que pongan a nuestros futuros candidatos en las óptimas condiciones para ganar
el dos mil quince de la mano de los ciudadanos.
Los acuerdos internos deben de
llevarnos a tener perfilados a nuestros próximos candidatos en el dos mil
catorce. Los procesos internos del dos mil nueve y dos mil doce, nos dejaron lecciones,
entre ellas, celebrar nuestra selección de candidatos con tiempo suficiente. Es
decir, un año antes de la elección constitucional, Acción Nacional debe tener
ya resueltas sus candidaturas.
Asimismo, con el mayor tiempo de
antelación, el Partido Acción Nacional debe lograr los acuerdos necesarios y
suficientes para establecer, lo antes posible, los distritos locales y
federales que se reservaran para garantizar la equidad de género, a fin de
evitar interpretaciones de tribunales y, a partir de ello, evitar conflictos
internos.
La dirigencia del partido tiene que
iniciar la exploración de alianzas electorales. Con otras fuerzas políticas y
con sectores y ciudadanos organizados.
El
trabajo interno y la labor electoral del partido deben partir de acciones
efectivas de reconciliación interna y de voluntad política para llegar a los
acuerdos mínimos. Se necesita diálogo, generosidad y madurez. Estos son
objetivos inmediatos del partido, que requieren la mayor y mejor convergencia
del poder de los militantes.