miércoles, 25 de junio de 2014

Etapa previa

        
Nos encontramos a menos de cuatro meses de que se declaren formalmente iniciados los procesos comiciales – federal y local- por parte de la nueva autoridad electoral. Estamos a unas horas de que la Legislatura Local reforme integralmente la constitución y las leyes particulares en materia electoral. En Acción Nacional, estamos a pocas semanas de definir los distritos que serán de género y a cinco meses de que informemos al Instituto Nacional Electoral los métodos que habremos de utilizar para seleccionar a nuestros candidatos. A unos cuantos meses de consultar a los militantes y a los ciudadanos sobre nuestros potenciales candidatos.

Los partidos estamos ya en la etapa previa. Estamos en los preparativos de las elecciones del próximo año. Algunos recurriendo al gobernador porque carecen de otros liderazgos que mostrar, otros trabajando en la calle, con organizaciones sociales, con su partido. Unos ensoberbecidos  por los encabezados, otros trabajando sin prisas, pero sin pausas.

No olvidemos que las elecciones son lecciones. La elección del 2015 será muy competitiva y los ciudadanos pedirán cuentas al actual gobierno, analizar los logros alcanzados, la actitud de los partidos políticos, el perfil de los candidatos.

La cuenta regresiva ha iniciado, estamos a un año de la elección, de una nueva oportunidad para volver a empezar.

    

Libertad en el debate


El artículo 6º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que  la manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito o perturbe el orden público. En el marco del día de la libertad de expresión  - que celebramos este pasado 7 de junio- cabe la reflexión sobre los alcances y límites que encierra la libertad de opinar y expresarse en el marco del debate público de las ideas. Es común escuchar en voz de los políticos, gobernantes, medios de comunicación y actores sociales expresiones que no siempre conllevan un aspecto objetivo o un sustento verificable, pero que son parte del ejercicio del derecho a expresarse y a opinar. Expresiones que muchas veces califican o concluyen hechos que no necesariamente les constan o son atribuibles a su conocimiento.

A propósito en el año 2009 la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aprobó por unanimidad de votos la jurisprudencia titulada “Libertad de expresión e información. Su maximización en el contexto del debate público” misma que pretende definir y clarificar los propios criterios desprendibles de este derecho y para lo cual estableció que el ejercicio de dicha libertad no es absoluto, encuentra límites en cuestiones de carácter objetivo, relacionadas con determinados aspectos de seguridad nacional, orden público o salud pública, al igual que otros de carácter subjetivo o intrínseco de la persona, vinculados principalmente con la dignidad o la reputación. En lo atinente al debate político, el ejercicio de tales prerrogativas ensancha el margen de tolerancia frente a juicios valorativos, apreciaciones o aseveraciones vertidas en esas confrontaciones, cuando se actualice en el entorno de temas de interés público en una sociedad democrática. Bajo esa premisa, no se considera transgresión a la normativa electoral la manifestación de ideas, expresiones u opiniones que apreciadas en su contexto, aporten elementos que permitan la formación de una opinión pública libre, la consolidación del sistema de partidos y el fomento de una auténtica cultura democrática, cuando tenga lugar, entre los afiliados, militantes partidistas, candidatos o dirigentes y la ciudadanía en general, sin rebasar el derecho a la honra y dignidad reconocidos como derechos fundamentales por los ordenamientos antes invocados.


Es decir, la libertad de expresión se amplía en tanto el objeto del intercambio de ideas sea de interés colectivo. Sin embargo, el máximo tribunal electoral delimita y protege el ámbito inherente a la persona y su privacidad. La libertad de expresión requiere voceros responsables. La libertad de expresión es una conquista que debe servir para fines auténticos y buenos, no para descalificar sin el apoyo de la razón y la verdad.   

lunes, 2 de junio de 2014

18 meses de Peña


Consulta Mitofsky publicó recientemente el estudio denominado “La Gran Encuesta” que evalúa el desempeño de la Presidencia encabezada por Enrique Peña Nieto desde su inicio de gestión hasta su sexto trimestre de gobierno.

Los resultados confirman la estabilidad de su desaprobación. A 18 meses de haber sido electo Presidente de la República, solo Zedillo y Peña  - de los últimos cinco titulares del ejecutivo federal- han registrado índices reprobatorios en el primer tercio de sus gestiones. Salinas en mayo de 1990 tenía una aprobación del 70% - la más alta en la época reciente-, Zedillo solo del 34%, Vicente Fox del 63% y Felipe Calderón mantenía una aprobación del 61%. Peña Nieto en mayo de 2014, tiene una aprobación del 49%.

Un dato lógico, pero no por ello incuestionable, es la aprobación que dan los mexicanos a partir de su identificación o afinidad partidista. Mientras el 65% de quienes se identifican con el PAN y el 69% de quienes se vinculan con el PRD, lo desaprueban, el 81% de los ciudadanos con afinidad hacia el PRI lo aprueban. Percepciones contrariamente opuestas y que son entendibles en el ajedrez político, sin embargo, la que pudiera ser tomada como la evaluación más objetiva y real, arroja a la vez datos incómodos para el actual gobierno federal emanado del PRI: el 64% de los mexicanos que no muestran afinidad partidista y se dicen “independientes” también desaprueba la gestión del Presidente Peña. 

El 53% de los jóvenes entre 18 y 29 años de edad está en desacuerdo con la gestión de Peña Nieto, representando el segmento de edad que menos lo aprueba; el 49% de las personas de 30 a 49 años y el 48% de quienes tienen 50 años o más lo aprueban. También destaca que conforme crece el nivel de escolaridad crece el desacuerdo con el Presidente de la República. El 60% de quienes tienen universidad o más lo desaprueban.

La constante es que los temas de economía y seguridad permanecen en la percepción social como los principales problemas del país. Concluye el estudio que “Tanto la economía, como la política y la seguridad son consideradas por aproximadamente 7 de cada 10 mexicanos en una mala situación; de ellas la peor es la economía y la mejor la seguridad”.

La región centro es donde más inconformidad existe para con el actual gobierno federal, región en donde también está el más alto índice reprobatorio respecto a la situación económica y de seguridad.


Esta es una radiografía de las percepciones existentes a mayo de 2014. Es un punto de partida para evaluar las políticas públicas y para que gobiernos y partidos, vistos los resultados, afinemos nuestras acciones y propuestas para mejorar la calidad de vida de todos los ciudadanos.   

Siempre contradictorios


Siempre contradictorios. El PRI, el propio gobernador del estado, actores locales como Rigoberto Torres, han censurado y calificado los supuestos - solo supuestos- señalamientos contra un legislador del PAN, por haber, dicen, participado en una “riña”. Lo único cierto es que el legislador federal ha negado los hechos y la autoridad no ha deslindado ninguna responsabilidad.

Lo que más llama la atención es el trato diferenciado que se da a hechos similares. Estos actores guardaron en su momento un silencio cómplice ante las agresiones que un alto funcionario del gobierno  municipal de Jalpan ocasionó a nuestro compañero Michel Torres, quien inmediatamente presentó la denuncia correspondiente y señaló al responsable. Ante este hecho público, el Gobernador Calzada guardó silencio y como si valieran las excepciones, en este caso no pidió “todo el peso de la ley”. También curioso e incongruente resulta que el hoy Secretario de Organización del PRI Estatal, Rigoberto Torres, se le ocurra decir que en el PRI es más importante hacer “buenos gobernantes que preparar políticos temerosos”, cuando un funcionario de la administración pública emanada de su partido agrede a partir de su intolerancia política.   


Puros dobles discursos. ¿Gobierno sin colores? Falso. Gobierno pintado de un solo color, que no duda en utilizar su poder para ocultar lo que no le conviene y magnificar lo que no le consta.

El destino sin destino


El 20 de enero de 1981 Ronald Reagan declaró: “No creo en un destino que caerá sobre nosotros, hagamos lo que hagamos. Creo en un destino que caerá sobre nosotros, sino hacemos nada”, aunque esta sentencia fue promulgada muchos años después de la fundación de Acción Nacional, es muy claro que los fundadores la entendieron, la asumieron y la heredaron.
 
Doce años de gobiernos panistas fueron un corto tiempo para romper con el rutinario camino del destino del País al que fuimos empujados por la falta de visión y de acción por los mal llamados gobiernos revolucionarios. Hoy una vez más Acción Nacional toma de frente el destino de nuestra nación y a través de una minoría creativa aprueba las reformas estructurales y hoy debate con argumentos, y desde su propia filosofía, las leyes secundarias.

Si el Presidente de  la República no logra avanzar en inteligencia política, habrá de conformarse con que el Congreso de la Unión saque adelante toda reforma, pero seguirá caminando la política como guía del destino en manos del PRI, que cambió para ser igual. Seguirá encerrada en el baúl del olvido la ética, que resultaría ser el faro que ilumine el sendero de la política.

En la ética y en la responsabilidad ciudadana, Acción Nacional sembró sus esperanzas para darle forma a un destino incierto que iniciara con Calles y que hoy se tambalea con Peña Nieto; políticas sin principios llevarán al País, una vez más, al desequilibrio económico, a la ingobernabilidad política y a la desconfianza ciudadana. Nuestros legisladores no pueden operar milagros aun cuando salgan a la brevedad posible las leyes secundarias.

Son los principios y los valores los que deben conducir a la política y los que deben prevalecer en cada acción de los políticos. Políticas sin principios es uno de los pecados sociales de los que hacía referencia Mahatma Gandhi; y aún más, la política deja de ser política cuando no tiene principios que la sostengan, ni valores que la orienten. Observamos con profunda tristeza y gran preocupación que las políticas públicas no van encaminadas a la centralidad de la persona, ni al desarrollo comunitario, sino a la supervivencia política de un gobierno que no sabe a dónde va, porque no sabe para qué llegó.

No puede, ni debe el Ejecutivo Federal, apostarle todo a la conclusión de las reformas estructurales, pues la estructura de la patria, no son los poderes, ni las instituciones, la estructura fundamental de nuestra nación es cada mexicano en la integralidad de su persona. O desde el poder se voltea a ver a la persona con mecanismos éticos y políticos, o el destino de las estructuras orgánicas será el fracaso rotundo. Nada por encima de la persona, nada por encima de los principios, nada por encima del alma fundacional de la nación mexicana.


Objetivo común


La jornada inédita por la que este domingo pasado los panistas elegimos por vez primera, de manera directa y democrática, a nuestra dirigencia nacional, nos permite concluir que Acción Nacional sigue siendo el único partido auténticamente democrático e institucional. Aquella atrevida afirmación que lanzara Jesús Silva-Herzog Márquez en su libro “El antiguo régimen y la transición en México” por la que planteaba que los tres partidos políticos de México eran dos, el PAN, recobra su mayor sentido después del resurgimiento del Acción Nacional posterior a la elección del año 2012. La consolidación de nuestra normatividad interna, la vigencia del padrón de miembros, la participación de los militantes, el respeto a los resultados de una elección interna, marcaron nuevamente la definición de un partido estructurado, democrático, institucional, ordenado y generoso. La elección de este domingo nos puso a prueba y proyectó la ruta del camino ganador.

Muchos apostaron por el fracaso del método, no pocos aventuraban la conflictividad a partir de los resultados, otros tantos aseguraban fallas orgánicas que desdibujarían el propio proceso. Nada ocurrió. El PAN sale fortalecido de un proceso interno que debe sentar ejemplo para los venideros. A partir de este momento Acción Nacional fija su mira en un objetivo común: mantener la confianza de los ciudadanos y apostar por la unidad interna, no como fin, sino como método. Estamos entusiasmados porque el 85% de los panistas queretanos salieron a votar, porque el proceso registró incidentes menores, porque en el ajedrez político todos ganaron, porque el resultado se respeta y no se impugna. Así de sencillo y así de complicado.   

Resurge el orgullo de pertenecer al mejor partido de México. La nueva dirigencia nacional encabezada por el Jefe Gustavo Madero y nuestro amigo y compañero Ricardo Anaya, no dudará en extender la mano sin reservas a todos los que busquen genuinamente el fortalecimiento del partido. La contienda quedó atrás y los esfuerzos del partido se concentrarán en los procesos electorales y en la viabilidad de las leyes secundarias pendientes. Los priistas tiemblan, vamos a salir juntos, unidos y a tiempo. Esta es la meta para este año. Estamos listos. Ganó Acción Nacional. Gana México.



  

Unidad condicionante

Unidad condicionante

Cada vez que discutimos, lo plantean no como un ejercicio democrático, sino como una guerra civil. No están acostumbrados a que se discuta. En el PRI no se discute y el caudillismo del PRD no tiene un debate detrás. Nosotros nos corremos el riesgo de discutir, de discutir en público, y de que seamos mal interpretados. Y cada vez que vamos a tener una elección se anuncia la muerte del PAN por división. Amigos: confianza. Acción Nacional ha visto tantas veces su esquela en los periódicos, que empieza a sospechar que es inmortal. Así concebía Don Carlos Castillo Peraza los avatares de la democracia. Frente a un proceso interno de renovación de dirigencia suceden riesgos que al término pueden y deben ser superados institucionalmente.

Este 18 de mayo los panistas habremos de elegir a través del voto directo al nuevo Comité Ejecutivo Nacional. Han sido 60 días de campaña, de contraste de visiones, no exentos de señalamientos inciertos, de especulaciones mal intencionadas y descalificaciones dolosas que deben quedarse en el anecdotario de campaña. En Acción Nacional todos somos imprescindibles. Después del domingo no hay lugar para los rencores, ni para los resentimientos. El partido tiene delante retos próximos que merecen la unidad y cohesión interna. Tenemos enfrente la elección del 2015 cuyo proceso electoral inicia este año y todos los esfuerzos del partido deben estar concentrados ya no en elecciones internas, si no en la planeación estratégica, en el convencimiento ciudadano y en la mejor forma de definición de candidaturas.

El éxito del proceso de este próximo domingo se magnificará si la unidad se privilegia; y la razonamos como condición indispensable para lograr una mejor competitividad electoral, con el respaldo de la gente. En el PAN nos exigimos democracia a nosotros mismos. Con sus apuros. Con la unidad que continúa.


Prueba final


El Partido Acción Nacional ha presentado en últimos días diversas denuncias ante el Instituto Electoral de Querétaro por actos adelantados de campaña y actos evidentes de afiliación corporativa. Como en las mejores épocas del PRI autoritario, regresa el corporativismo a través de mecanismos que atentan contra la dignidad de las personas. Afiliaciones corporativas como las que ha utilizado el PRI desde su fundación, debilitan la de por sí frágil cultura política en nuestro país, lo que a su vez debilita la democracia.

Acción Nacional ha impulsado siempre la participación libre y democrática de los ciudadanos en la vida política y ha rechazado la cooptación de grupos sociales con fines político-electorales al servicio de intereses particulares.

Estas denuncias son el examen final para Instituto Electoral de Querétaro. En el primer caso, sabremos si el órgano electoral es capaz de actuar de manera imparcial y medir con la misma vara a todos los actores políticos del estado; de lo contrario, quedaría demostrado que actúa bajo consigna con la intención de favorecer a una fuerza política.

En el segundo caso, esperamos ver reflejado su compromiso con la democracia. Desechar la denuncia por afiliación corporativa, por ejemplo, sentaría un mal precedente. No cuestionar la afiliación masiva de sectores sociales, no censurar está práctica propia de los regímenes autoritarios, sería darle luz verde a los partidos para cooptar la representación genuinamente ciudadana. Son prácticas autoritarias a las que Acción Nacional históricamente se ha opuesto, prácticas que no deben regresar y a las que el IEQ también debería oponerse. A examen.