lunes, 7 de octubre de 2013

El deber de informar


La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 134 que “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen promoción personalizada de cualquier servidor público.” Ante esta disposición constitucional surge la pregunta de muchos ciudadanos respecto a por qué los legisladores federales de Acción Nacional han emprendido en distintos momentos campañas informativas donde se aprecia una promoción personal en el marco de sus respectivos informes legislativos. La respuesta a esta interrogante se encuentra en el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales que en su artículo 228, párrafo 5, marca una excepción a la regla constitucional: “5. Para los efectos de lo dispuesto por el párrafo séptimo del artículo 134 de la Constitución, el informe anual de labores o gestión de los servidores públicos, así como los mensajes que para darlos a conocer se difundan en los medios de comunicación social, no serán considerados como propaganda, siempre que la difusión se limite a una vez al año en estaciones y canales con cobertura regional correspondiente al ámbito geográfico de responsabilidad del servidor público y no exceda de los siete días anteriores y cinco posteriores a la fecha en que se rinda el informe. En ningún caso la difusión de tales informes podrá tener fines electorales, ni realizarse dentro del periodo de campaña electoral.” En la atención a ambas reglas, es que los legisladores del PAN han difundido sus informes de labores con el compromiso de informar a sus representados.

 

Del mismo modo, la normatividad interna del Partido Acción Nacional impone a sus legisladores federales la obligación de rendir un informe anual ante su comunidad, acerca de su actividad legislativa.





Es decir, los informes que los queretanos hemos atestiguado, son en atención a una obligación adquirida, pero sobre todo, a un deber asumido. Oportuno sería que todos los legisladores, sin excepción, hicieran un esfuerzo por informar su paso por el Congreso Federal para que los ciudadanos puedan calificarlos y conocer el desempeño de sus funciones.


 

Necesitamos senadores y diputados comprometidos con su presencia ante la gente. Muchos ciudadanos desconocen quién es su representante popular, menos aún saben del trabajo que realiza o el sentido de su voto en los temas más sensibles. Los informes pueden ser ese primer acercamiento para vincular a más ciudadanos y fomentar la participación ciudadana que tanto se necesita.

 

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