Hay casos que contrastan y que tendrán que ser vistos y
analizados. Tres ejemplos: el Estado de Aguascalientes tiene una población de
1,184,996 habitantes y tiene 18 distritos uninominales, mientras que Querétaro
tiene 1,827,937 pobladores y tiene 15 distritos uninominales. Asimismo, la
capital de Aguascalientes tiene 8 distritos electorales con una población de
797,010 habitantes y la capital queretana tiene 6 distritos con 801,940 avecindados.
El Estado de Morelos tiene 18 distritos electorales
uninominales con una población de 1,777,227 habitantes, similar a la de nuestro
Estado, mientras que el Estado de Durango con una población de 1,632,934
pobladores tiene 17 distritos electorales por el principio de mayoría relativa.
Cada soberanía estatal establece los criterios de
representación ajustados a sus razonamientos y estudios, y este puede ser un
momento pertinente para revisar el esquema de pautas para definir cuantos
representantes populares deben existir por determinado número de población. Hoy
por hoy un legislador local en Querétaro representa en promedio a 121,000
habitantes. ¿Son muchos, son pocos?
Los diputados deberán entrar al detalle del estudio técnico
que le presente el Instituto Electoral, pero debemos insistir en que es preciso
y apropiado poner en la mesa la viabilidad de incrementar el número de
distritos electorales a razón de mejorar la representación popular.
Por lo pronto los partidos políticos estamos en tiempo de
analizar el estudio presentado por la autoridad electoral y emitir nuestras
observaciones al respecto.
Serán los legisladores locales quienes decidan finalmente la
integración seccional de los distritos. Es buen momento para ampliar las miras.
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