lunes, 8 de septiembre de 2008

Voltear al Código de Ética

Como bien señala su exposición de motivos, el Código de Ética de los Servidores Públicos del Partido “establece las aspiraciones y conductas que deberán ser observadas por todo servidor público propuesto por el PAN o designado en cualquier dependencia pública, asumidas como un compromiso moral que lo obliga en lo más íntimo de su ser, con él mismo, con México, con su tiempo, con todos los ciudadanos y con el Partido”.
En pro de ello, cada quien desde el anhelo de su propia congruencia, continuamente tiene el deber de reflexionar sobre su quehacer público. En esta ocasión me permitiré plantear una interrogante añeja que ojala alguno de nuestros lectores pueda contestar: ¿Cuál es la justificación para que en gobiernos panistas, humanistas, se autorice la compra de vehículos –de lujo- para los funcionarios de “primer nivel”? Es decir, en los formatos de adquisiciones que para el caso existan, ¿que se redacta en el apartado de objetivo, de justificación, o de beneficio?
Hace unos días observaba en un estacionamiento de un concurrido café, como un “alto” funcionario [entre coordinador y director] bajaba de un vehículo tipo sentra con un discreto logo de gobierno, motivo por el cual, nuevamente me cuestionaba sobre los razonamientos que dan sustento a la compra de un vehículo de más de 160,000.00 para uso de “trabajo” [en un café].
Estoy en el entendido que existen ocasiones en que un funcionario de primer nivel requiera de este tipo de herramientas y que su desempeño esta ligado a la representación oficial, pero tengamos en cuenta que hay automóviles dignos para su representación de menor cuantía; que en realidad, los vehículos asignados a este tipo de funcionarios son más de uso personal que de trabajo; que vehículos verdaderamente de trabajo siempre faltan; y que el sueldo de los funcionarios de primer nivel es suficiente para que, como cualquier empleado, adquieran su propio medio de transporte para llegar a su oficina, y utilicen, en los casos necesarios los vehículos que compartidamente se encuentren a disposición.
Claro esta que Alcaldes y Gobernadores, por su envestidura y trabajo, pueden tener una clara justificación, pero en funcionarios de “primer nivel”, como coordinadores o directores, definitivamente no la encuentro.
En los gobiernos de Acción Nacional, la austeridad y la solidaridad son valores que distinguen nuestra forma de gobernar.

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