Es una realidad que política es sinónimo de corrupción, de enfrentamiento, de mentira, y precisamente por ello, es entendible que la participación de los jóvenes en este ámbito sea de tan solo el 3%. Es decir, 3 jóvenes de cada 100 participa activamente en algún partido o institución política.
Si realmente queremos vivir en una democracia, tenemos que reconocer primeramente que una democracia necesita demócratas, y un demócrata es aquel que participa, que construye; por lo tanto si queremos cuidar nuestra propia vida democrática, tenemos que voltear hacia la participación.
Ya lo señalaba Carlos Castillo Peraza: la política es diálogo y es fraternidad, por eso “la participación supone una permanente modificación de las mentalidades y un perfeccionamiento de las estructuras”.
Si realmente queremos vivir en una democracia, tenemos que reconocer primeramente que una democracia necesita demócratas, y un demócrata es aquel que participa, que construye; por lo tanto si queremos cuidar nuestra propia vida democrática, tenemos que voltear hacia la participación.
Ya lo señalaba Carlos Castillo Peraza: la política es diálogo y es fraternidad, por eso “la participación supone una permanente modificación de las mentalidades y un perfeccionamiento de las estructuras”.
Los jóvenes estamos convencidos que el Partido tiene una constante necesidad de renovación, y que para contribuir fielmente a la permanencia de nuestra Institución Política, resulta necesaria nuestra participación comprometida.
La Encuesta Nacional de Juventud 2000 nos dice que a la pregunta -por que razón no votaste- el 21% de los encuestados contesto “porque perdí mi credencial de elector”, pero lo preocupante no es eso sino que el 46% contesto tan variado y divergente que este porcentaje tuvo que ser asignado a la respuesta “varios”. Esto nos refleja que la baja de la participación de los jóvenes al ejercer su voto no esta justificada ni determinada.
El reto para la juventud esta claro: participar y generar una nueva forma de hacer política, basada en los acuerdos, en el respeto y en la coincidencia. De los jóvenes depende que muchos mexicanos vuelvan a creer en la política.
La Encuesta Nacional de Juventud 2000 nos dice que a la pregunta -por que razón no votaste- el 21% de los encuestados contesto “porque perdí mi credencial de elector”, pero lo preocupante no es eso sino que el 46% contesto tan variado y divergente que este porcentaje tuvo que ser asignado a la respuesta “varios”. Esto nos refleja que la baja de la participación de los jóvenes al ejercer su voto no esta justificada ni determinada.
El reto para la juventud esta claro: participar y generar una nueva forma de hacer política, basada en los acuerdos, en el respeto y en la coincidencia. De los jóvenes depende que muchos mexicanos vuelvan a creer en la política.
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