lunes, 8 de septiembre de 2008

Judicialización de la vida partidista

Si nos damos a la tarea de consultar la página web del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, podremos observar claramente el alto crecimiento de los asuntos relacionados con nuestro Partido que se han resuelto o estan en proceso de resolución. Ello nos obliga a reflexionar en dos sentidos: ¿Cuál es el motivo principal por el que estamos recurriendo a instancias externas? y ¿Cuál ha sido el fundamento legal que ha definido el sentido de la gran mayoría de las resoluciones?
Sobre esta primer interrogante, baste decir que hemos pasado de una actitud generosa a una actitud de reacción, condicionante. Asimismo, existe hoy una constante negación por atender a la buena fe, y en consecuencia, se ha generado una desconfianza generalizada. Acción Nacional desde su propia fundación se planteó ser un instituto político con reglas claras, con principios rectores y con una visión clara enmarcada por valores, pero dejó a sus militantes, la responsabilidad de observar estas “guías” atendiendo a la libertad, inteligencia y voluntad que como personas poseémos. Luego entonces, podemos señalar que el motivo que ha originado que llevemos a instancias externas nuestras controversias normativas, radica en la falta de credibilidad de dirigencias y en el alejamiento del ideario en las conductas de los militantes cuando juegan el rol de candidatos.
El fundamento legal al que comunmente se ha recurrido para resolver las controversias y en el que por ende, radica el origen mismo del conflicto, es el principio de legalidad, principio fundamental del derecho público y garante de la seguridad jurídica. En este punto, nos referimos a que las dirigencias solamente deben actuar conforme a lo que previamente dispone la normatividad interna y las leyes aplicables, es decir, las autoridades partidistas no pueden realizar ningún acto que no les este expresamente reconocido en nuestros Estatutos y Reglamentos. Sin embargo, es práctica constante que las dirigencias interpreten nuestras normas, y peor aún, que “legislen”: que créen preceptos, aumenten o quiten lo ya establecido y reglamentado por los Órganos competentes del Partido. Acción Nacional vive una etapa nueva de conducción interna que se esta encasillando exclusivamente en lo normativo-jurídico, es una realidad que habremos de atender con conocimiento, capacitación y estudio, pero sobre todo, retomando la generosidad y buena fe de todos los militantes.

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