lunes, 31 de marzo de 2014

Un partido atípico

En Acción Nacional somos tópicos y atípicos; nacimos democráticos en ambientes anti democráticos, crecimos contra el régimen pero apoyando las causas justas, avanzamos desde la oposición creativa que denunciaba y anunciaba, que se oponía y proponía, que no temía a señalar, pero tampoco a sumarse ante lo noble de la acción. Nos pronunciábamos en contra de la existencia del partido oficial y cuando fuimos gobierno, también lo hicimos ante la cercanía partido-gobierno que no ofendía ni confundía; hemos estado en contra de la corrupción pero también en contra de la difamación y de la descalificación, nos oponemos a la impunidad pero también a la fabricación de pruebas y a la improvisación de los culpables; aceptamos nuestros errores porque seguiremos señalando los de otros. Somos atípicos porque seguimos siendo doctrinarios en un mundo de pragmáticos y de ideologías caducas. Estamos a favor de negociaciones a la luz de la ética y de un diálogo abierto y fraterno, somos atípicos porque somos el único partido permanente en la vida política del país. Constantemente nos quieren enfrentar con grupos vulnerables, pero se olvidan que fuimos quienes propusimos y aprobamos la reforma constitucional que reconoce a la persona y le otorga los derechos por serlo, sin importar su condición social, religiosa o preferencia sexual; somos atípicos porque no confundimos derechos con libertades. Optamos por el derecho a la vida en un mundo que prefiere la muerte, la guerra y el morbo de la descalificación; somos atípicos porque no hemos inventado una nación, sino que proponemos un proyecto que le sirva a la que ya existe, con sus tradiciones, costumbres y formas de vida; somos los únicos que no cambiamos nuestras ideas ni nuestros ideales, ni a la hora del nacimiento político en 1939, ni a la hora de la llegada al poder en el año 2000: todos saben lo que pensamos y como actuamos, pues seguimos caminando la ruta que nuestra asamblea fundacional trazó. Somos atípicos porque seguimos creyendo en la fuerza ciudadana para cambiar al país y para acabar con el dolor evitable, somos atípicos porque seguimos creyendo en la fuerza de las instituciones y en la política como el camino más ancho para hacer el bien, y porque estamos seguros que el poder es solo un medio para desde ahí realizar las ideas fuerza en las que se cree; somos atípicos porque no nos humilló la derrota ni nos divinizó la victoria, somos así, porque seguimos creyendo en México; no somos como los otros partidos, aunque estemos hechos del mismo barro humano que el resto de los hombres, sin embargo la fuente de la acción es totalmente diferente, por eso somos atípicos, porque seguimos con las mejores armas: la fuerza de las ideas y los valores del alma, no tenemos otras ni las hay mejores. Querétaro también es atípico, transitó de la dictadura del PRI, a la democracia ciudadana con los gobiernos del PAN. En el 2015, sin duda alguna, ciudadanos y Acción Nacional se reconocerán por lo atípico, y juntos volverán a ser el binomio que resuelva los males del presente sin volver a los males del pasado, a través de la alternancia.

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