lunes, 31 de marzo de 2014

El honor que nunca se perdió

La Secretaría de la Contraloría del Estado, 2009-2015, que depende del titular del ejecutivo, José Calzada, quiso manchar de rojo, el recto camino azul que durante dos sexenios construyeron los gobiernos emanados de Acción Nacional, al inhabilitar por diez años a quien fuera el Oficial Mayor en el mandato constitucional de Francisco Garrido, el Lic. Luis Miguel Sánchez Canterbury; bajo “la certeza subjetiva” de irregularidades en la compra de un predio para el Gobierno Estatal a un precio excesivo; condena que ratificó en todas sus líneas el Tribunal Contencioso Administrativo.
 
El gobierno panista fue acusado, sentenciado, difamado y cuestionado, en la persona de su ex titular de la Oficialía Mayor, invirtiendo en todo el proceso no solo tiempo, esfuerzo y el trabajo de toda una Secretaría de Estado, sino también, vertiendo los odios y rencores acumulados por las dos derrotas priistas en manos de dos panistas; nunca entendieron, ni sus fracasos electorales, ni ahora han valorado con la humildad del servicio, el voto ciudadano que los llevó de nuevo a la gubernatura; su soberbia de la dictadura perfecta y su soberbia del regreso al Gobierno son idénticas, solo cambian de persona; sin embargo, los tiempos son diferentes, la sociedad es diferente, las instituciones son diferentes; tanto la alternancia, como los avances democráticos han construido una renovada esperanza en la justicia federal, hecho que se da, también, después de dos sexenios de gobiernos panistas. Solo quedaba la última instancia para hacer valer la justicia; y es que solo el que se sabe inocente, conoce el valor del honor y de la rectitud, sobre todo en el servicio público. El 4to. Tribunal Colegiado de Circuito, resolvió en contra de la Secretaría de la Contraloría de Querétaro y del Tribunal Contencioso Administrativo, y a favor de los “inculpados” Sánchez Canterbury y Rubén Vega Michaus, ex Oficial Mayor y colaborador cercano del titular en esa Administración.
 
Por supuesto que se limpia el nombre de Luis Miguel Sánchez Canterbury, así como el de Rubén Vega Michaus; por supuesto que se limpia el buen legado del gobierno panista y por supuesto que coloca en su justa dimensión a un gobierno que no ha querido, ni ha podido llevar a la entidad por la concordia, el diálogo y el desarrollo, porque no han sabido cómo hacerlo. Por otro lado, la destitución de la ex alcaldesa del PRI, de Pedro Escobedo, las inhabilitaciones de los ex alcaldes de Corregidora, José Carmen Mendieta y de El Marqués, Rubén Galicia, sí son “certezas jurídicas” que le ponen un rojo más intenso al color de los gobiernos del Revolucionario Institucional.
 
El camino azul de doce años, se volvió a limpiar; no han podido contra él, ni el invento de delitos, ni la creación de fallas administrativas, ni los efectos mediáticos que sí saben imponer desde la Casa de la Corregidora. El camino azul del “Bien Común”, y de saber gobernar se va a encontrar de nuevo con la sociedad de Querétaro en el año 2015, surgiendo el binomio certero de quién sabe decidir y de quién sabe responder.

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