Reforma electoral: nuevas reglas
Cambios sustanciales en el contexto
electoral local traerá consigo la reforma política recientemente aprobada. El
nuevo marco legal permitirá mejorar al sistema democrático, desde lo local, a
partir de un nuevo sistema nacional electoral que garantice y optimice el
desempeño y la confianza en cada proceso electivo.
A partir
de esta reforma político-electoral, los gobernantes en turno ya no podrán
influir en los nombramientos de los consejeros de los institutos electorales y se
impulsará el servicio civil de carrera.
La
utilización de los recursos del erario público con fines partidistas y
electorales estará más acotada, pues se ha prohibido la entrega de utilitarios
en las campañas.
Así
mismo, los gobernadores ya no podrán diseñar códigos o leyes electorales a modo,
por medio del control que ejercen en las Legislaturas locales, ya que existirá
un solo código electoral nacional con reglas equitativas, imparciales y justas
que entre otras cosas eviten una sobre representación desproporcionada del PRI
en las Legislaturas.
A partir de la evidente violación de los topes de campaña en la elección
federal reciente, donde quedó demostrado el rebase y derroche de recursos a
través del monexgate, se ha determinado - con la nueva reforma electoral- que
excederse de los topes de campaña ahora será causal de nulidad de una elección.
Se ha pretendido con esta reforma acotar los mecanismos que le han
permitido al PRI seguir utilizando sus mismas prácticas añejas, autoritarias y
antidemocráticas. Para ellos, el fin sí justifica los medios, para el PAN no.
Un fin bueno requiere medios buenos.
Está claro, en un ambiente democrático y limpio - sin guerras sucias, con
derecho a réplica, con garantías de equidad por parte de la autoridad electoral
- los resultados electorales son distintos. Para quienes han hecho de la
difamación y la calumnia su principal forma para buscar acceder al poder, la
noticia es mala: se encontrarán con un nuevo marco electoral que los cercará en
sus estrategias.
Toda reforma es perfectible, sin embargo, se ha dado un gran avance en lo
electoral y en lo político al permitirse la reelección legislativa y de
alcaldes. Un solo dato para advertir el retraso político del que estamos por
salir: de los 194 países acreditados ante las Naciones Unidas, México era el
único que no contaba con reelección legislativa.
Mejorar las reglas del juego, mejora la competencia y con ello a nuestra
democracia. Estamos listos para jugar, con nuevas reglas.
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