El año termina y la
reflexión se obliga. Dos mil trece ha significado para Acción Nacional un gran
año por las aportaciones y logros que ha dejado. Un año de reformas
trascendentes que le fueron negadas a los mexicanos por mezquindad y cálculo
político, hoy son una nueva realidad. El PAN demostró a lo largo del año que
desde la oposición también se gobierna y plasmó su sello en las reformas
educativa, laboral, política y energética con su visión y congruencia.
Ha sido el año de la “empatada”,
el año para emparejarnos con el desarrollo de otras latitudes. México era el
único país acreditado en la ONU que no tenía relección legislativa, teníamos un
sector energético monopólico – con ello ineficiente y corrupto-, caduco y
obsoleto que solo podría asimilarse al de Corea del Norte. Teníamos un esquema
laboral inmóvil que frenaba la generación de empleos. Manteníamos un sistema
educativo absurdo y también corrupto.
En el 2013 Acción Nacional
logró recuperar su fuerza electoral a través de los buenos resultados obtenidos
en las elecciones del presente año, incrementando considerablemente su
población gobernada y manteniendo la Gubernatura de Baja California. En este
año que finaliza, los ciudadanos se acertaron con un partido firme y crítico ante
las medidas que endeudarán irresponsablemente al país y ante la decisión del
PRI y PRD para afectar la economía familiar por medio de más impuestos. Pero en
este año, también, se notó a un PAN propositivo, constructivo y dispuesto a
respaldar el crecimiento y la transformación de México.
Siempre hemos sostenido que
el tiempo otorga la razón a quien la tiene. 2013, un año que deja los cimientos
puestos para que vengan tiempos mejores. 2013, un buen principio.
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