miércoles, 13 de noviembre de 2013

Reforma energética necesaria


Podemos afirmar que la propuesta de reforma energética presentada por el PAN es la más nacionalista e integral. Así mismo, es una propuesta que busca en todo momento la modernización y no la privatización, y pretende romper esquemas monopólicos y abrirse a la competencia justa.

Los monopolios son ineficientes y corruptos por definición. Petróleos Mexicanos debe dejar de ser una dependencia monopólica del gobierno y su director dedazo del Presidente. Es indispensable abrir el sector energético a la competencia y regularlo, pues hoy México tiene un sector de hidrocarburos más cerrado que el de Cuba y similar al de Corea del Norte, operado bajo un sistema monopólico cerrado y estatista.

La reforma energética propuesta por Acción Nacional es congruente con las tesis que desde su fundación ha sostenido, pues para nosotros el gobierno no tiene la propiedad sino la rectoría sobre la economía. Es evidente y claro, el PAN sostiene como partido de oposición lo que propuso como partido en el gobierno.

Se podrá cuestionar que la privatización de Teléfonos de México - en su momento- no trajo consigo cambios positivos en la industria de la telefonía, sin embargo, el antecedente fue equívoco y no cambió: se sustituyó un monopolio gubernamental por otro monopolio privado.

Partimos que el petróleo barato y fácil se acabó. Hay que recurrir a nuevas energías y a nuevas tecnologías, lo que significa necesariamente inversión de recursos. Hoy PEMEX invierte 5 veces más y produce menos. Es la realidad incuestionable, la producción de crudo ha caído más de 800 mil barriles diarios en los últimos años. A pesar de ello, México es el sexto país con mayores reservas de gas, aunque de persistir el marco legal actual, PEMEX tardará aproximadamente 30 años en extraer los recursos en aguas profundas y el gas shale que posee en grandes cantidades.

La discusión sobre la reforma energética debe romper paradigmas y falsos debates. En primer lugar hay que señalar que la primera ley después de la expropiación petrolera, permitía otorgar concesiones y con ello la participación privada. Por otro lado, urge evidenciar que hoy en día existen pozos con plataformas petroleras operadas por extranjeros que cargan de crudo a barcos foráneos. ¿Qué es privatizar? Permitir la participación de privados. Eso, en la práctica, se da en la actualidad.

El petróleo debe monetizarse al máximo y PEMEX debe tener preferencia en la participación de la renta petrolera. Las reservas son mexicanas, es decir, los mexicanos somos los dueños del petróleo.

Como bien lo ha concluido el director general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), “el éxito de una reforma (energética) dependerá del nivel de inversión que se atraiga y la renta que genere para el gobierno mexicano”.

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