jueves, 8 de mayo de 2014

Las preguntas a Cuarón


En el ámbito político-mediático, los últimos días han estado marcados por las preguntas lanzadas por el cineasta Alfonso Cuarón sobre la reforma energética y las respuestas dadas por la Presidencia de la República.

El último año ha traído consigo un gran reformismo que incluso ha superado por mucho los cambios estructurales promovidos bajo la Presidencia de Carlos Salinas de Gortari; estamos frente a inminentes reformas de fondo en materia educativa, de telecomunicaciones, político-electoral, de competencia, energética, entre otras.

Independientemente de reconocer la voluntad e iniciativa del cineasta – ganador del Oscar al mejor director por la película Gravity- me causa reflexión el acto de interpelar públicamente al Presidente de la República y a propósito me inquiero: ¿Las preguntas realizadas fueron un acto genuino de reflexión o fueron motivo de reflector? ¿Si estas inquietudes las hubiese formulado un presidente de colonos, un ama de casa, un trabajador, hubiesen tenido el mismo efecto, la misma cobertura mediática, la misma repercusión, la misma pronta respuesta? ¿Quién pregunta intentó informarse previamente o sólo se cuestionó desde la comodidad desidiosa? ¿Por qué solo discutir la reforma energética en sí y evitar debatir sobre al sindicato de PEMEX y su corrupción? ¿No hay nada que preguntarle al sindicato? ¿Cuántos mexicanos hemos leído la reforma energética? ¿Es un tema político o técnico? ¿Cuantos ciudadanos podríamos contestar las preguntas de Cuarón con la información pública disponible?  

Es importante valorar el hecho de exigirle a los gobernantes información, así como reconocer el encargo para involucrarse en los asuntos públicos y promover con ello la participación ciudadana; pero también, es indispensable informarse. Por ejemplo, si los ciudadanos tuviéramos conocimiento de que la gasolina en nuestro país se encuentra subsidiada,  ¿esperaríamos que disminuyera su precio en el corto plazo? Preguntar: ¿cuándo bajará el precio de la gasolina?, ¿sería una pregunta oportuna, bien informada?

Las diez preguntas formuladas por Cuarón, son precisas para incentivar la participación ciudadana y retomar el interés de todos en los temas de todos. Una democracia participativa nos exige compromiso y responsabilidad, pero también nos requiere que la pluralidad, la tolerancia y el respeto sean valores vigentes sin los cuales no se puede transitar por el debate de las ideas. Ojalá que la verdadera intención de este ejercicio ciudadano de preguntar, sea el noble designio para fortalecer la conciencia ciudadana y no esconda la pretensión de partidizar los grandes temas nacionales. Diez preguntas a reflexión.

 

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