Arranca el año e inicia la liga
nacional de fútbol. La pretemporada quedó atrás al igual que las contrataciones
y el proceso de preparación. Se definieron estilos de juego, capitanes,
entrenadores. Hay un calendario con objetivos trazados. Hay reglas, árbitro,
patrocinadores. Visores para debutar nuevos talentos.
Así también, comienza un año más para
las instituciones. Gobiernos, organismos, partidos políticos enfrentan un nuevo
año, un nuevo periodo de gestión donde hay una competencia clara para disputar el
privilegio de servir mejor.
El año dos mil trece tendrá, como
todos, sus particularidades y circunstancias propias. Será un
"torneo" que se irá rápido; al ser un año no electoral, y a la vez,
el año más alejado del próximo proceso electoral del dos mil quince, es un año
de estructuración interna; partiendo de una agenda social que permitirá formar
nuevos cuadros, nuevos jugadores, al tiempo de generar vínculos estrechos con
los ciudadanos, el público, y sus militantes, su afición. Una temporada para reforzar
la identidad de los equipos, para fortalecer la disciplina y corregir los
errores del pasado.
El Partido Acción Nacional se apresta
a ello. A retomar su estilo de juego, a preparar nuevos liderazgos, a promover
los valores y nuestra identidad para sumar a los mejores ciudadanos a nuestra
institución. A enfrentar cada coyuntura con pasión, con las mejores mujeres y
los mejores hombres, con la mejor estrategia, siempre jugando limpio.
En el "torneo" pasado,
vimos "equipos" que tuvieron complicidades con el árbitro, con el
derroche de recursos, con nóminas y patrocinadores.
Pero no debemos perder de vista, en
palabras de Andoni Bombín, que en este mundo loco del fútbol - y de la
política-, evolucionará y conseguira ser mejor fubolista - y político- el que
antes se adapte a las situaciones cambiantes, pero sobre todo, quién comprenda
que "la derrota es realmente una derrota cuando no la utilizamos para
aprender y mejorar, si la utilizamos para uno de estos dos fines es una
victoria más."
Ejemplos hay de sobra de equipos
unidos, con objetivos claros, disciplinados, que salen victoriosos a pesar de
las dificultades, ya sea con un título o en los mejores casos con el respeto de
los rivales y el reconocimiento del público.
Bien decía uno de los mejores
jugadores argentinos de la historia, Tucho Méndez, "No hay técnico en el
mundo que pueda hacer un equipo ganador sin buenos jugadores."
Los jugadores de PAN requieren ser
los más aptos y los más competitivos, sin olvidar la enseñanza de Alfredo Di
Stéfano, considerado por la FIFA uno de los cinco mejores jugadores de fútbol
del siglo XX - junto a Pelé, Franz
Beckenbauer, Maradona y Johan Cruyff- "Ningún jugador es tan bueno como
todos juntos".
"El fútbol empieza como una
democracia y acaba como una dictadura, porque al principio todos opinan pero al
final sólo uno decide. Lo hace el jugador ante el balón, el entrenador frente a
la alineación y el presidente en el momento de las grandes decisiones, aunque
en este último caso se supone que con un grado de mayor consenso". Estas
últimas palabras de Johan Cruyff ilustran la responsabilidad compartida que
todos tenemos para enfrentar unidos, de la mejor manera, los retos que nos
esperan y que también disfrutamos. Que empiece la temporada.
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